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La costumbre de marcar los recipientes de cerámica con microinscripciones era común en la antigüedad. O bien que se trata de marcas de alfarero, medidas de capacidad, indicación del precio, del contenido o del propietario, estas notaciones son importantes para la arqueología, ofreciendo informaciones adicionales sobre diversos aspectos de la vida cotidiana.
Los signos gráficos incididos en la cerámica pueden ser de dos tipos: ejecutados antes de la quema o rayados en la arcilla ya quemada (grafitti). Normalmente, cada una de estas variantes puede implicar diferentes interpretaciones.
En la Sarmizegetusa Regia, a lo largo de las décadas de investigaciones, ha sido destacado un número ya significativo de tales notaciones practicadas en las superficies cerámicas (hechas después de la quema). Un lote importante de tales descubrimientos ha sido señalado, aun desde los años 1950, por C. Daicoviciu durante las excavaciones en la Explanación VIII, situada por encima de la zona sagrada. Con el paso del tiempo, han sido encontrados ejemplares fragmentarios que provienen de la Explanación VII o del interior del recinto de la ciudadela, para dar sólo algunos ejemplos.
Lo más frecuente se trata de letras (griegas o latinas) o signos rayados en la parte inferior de los recipientes, en exterior, y podría ser interpretados como marcas de la propiedad (tanto aun mas que, muchas veces, éstas aparecen en la vajilla). No se excluye la hipótesis de que algunas de ellas sean las iniciales de algunos nombres de personas.
Hay también algunos ejemplos de signos ubicados en los botones de agarre de algunas tapas, o en las paredes de algunos recipientes de provisiones. En tales casos, es verosímil que éstas representen notaciones referentes al contenido o a las cantidades (capacidad, reservas restantes, medidas sacadas de los recipientes?).
La dificultad de la interpretación de unas tales microinscripciones se explica por el hecho de que éstas, muchas veces son el resultado de algunas convenciones de acortamiento específicas al entorno en el que aparecen.
Aunque, la mayoría de las veces, los significados de estos signos permanecen en la esfera de las hipótesis, su presencia (junto a las letras griegas incididas en los bloques de piedra de las construcciones) constituyen indicios importantes de la costumbre de observar. Por lo general, esto es un síntoma de unas relaciones (económicas, sociales) lo suficientemente complejas como para reclamar su consignación con la ayuda del escrito.