El interés para los vestigios de Blidaru es relativamente reciente en comparación con la atención de hace mucho tiempo de la cual disfrutaron otros sitios dacios de las Montañas Orăştie. A principios del siglo XX han aparecido las primeras menciones sobre objetos dacios descubiertos por casualidad en la zona, cuando fueron mencionadas también huellas más antiguas de los buscadores de tesoros.
D.M. Teodorescu fue el primer arqueólogo que ha entrado en la fortaleza de Blidaru, en 1921, pero las primeras investigaciones arqueológicas sistemáticas empezaron sólo en 1953 y fueron coordinadas por C. Daicoviciu. Tras las campañas de excavaciones, que continúan hoy en día, los muros fueron descubiertos casi completamente. Las investigaciones se han concentrado también en las terrazas cerca de la fortaleza, donde fueron identificados varias torres aisladas (Poiana Perţii, Poiana Popii, Muchia Chişetoarei, Poiana lui Mihu, La Vămi), como también los restos de unos templos (Pietroasa lui Solomon).